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BILBAO SE RINDE

Año de novedades en el festejo de rejones que abre la Aste Nagusia 2023 en Bilbao. Por una parte, el festejo se ha pasado al domingo, segundo día de las fiestas bilbaínas y por otra parte, las cámaras de televisión no estaban presentes en el festejo. Novedades que parecieron empujar más a la gente a acudir a la plaza, porque el tendido se vio con más ambiente que los últimos años, pasando los cinco mil asistentes. Un público que pudo disfrutar de nuevo de la frescura de Guillermo Hermoso de Mendoza, que volvió a abrir una nueva puerta grande y de las Grandes con el peor lote de la tarde y e la maestría eterna de su padre, Pablo Hermoso de Mendoza.

El primero de Guillermo fue el un toro complicado. Manseando y arreando en el momento de la reunión, también desarrolló sentido muy pronto. MARTINCHO continuó certificando que es el caballo con más mala suerte de la cuadra. Un equino que necesita un toro que se le venga, que gusta de poner el rejón al quiebro y que lleva ya varios días encontrando toros que no le ayudan y a los que tiene que castigar al relance o en algún despiste. Volvió a ocurrir esta tarde y aunque lo puso al quiebro tras mucho manoseo, no pudo preparar la suerte como le hubiera gustado. Las banderillas fueron cosa de BERLIN, poderoso y técnico pero con poca colaboración en frente, no pudo lucir ni una tercera parte de lo que es y lo mismo sucedería con MALBEC al que las piruetas se quedaban sin toro. Con el toro ya completamente rajado, Guillermo colocó las cortas y el par a dos manos con la ayuda de ESENCIAL y mató de un rejón de muerte entero pero de efecto tardío, lo que enfrió los ánimos para un posible trofeo.

En el sexto, una vez más tocaba apretar y la expectativas para Guillermo no eran buenas porque el toro al propio rejoneador no le gustaba. Pronto el astado comenzó a dar la razón a su oponente y apareció despistado, incluso por momentos huyendo de JIBARO, quien a base de paciencia fue acortando distancias aunque el astado seguía sin mostrar señales de embestir. Con un rejón de castigo el toro salió enrabietado por JIBARO y comenzó a galopar tras el caballo sin temple, pero por lo menos daba emoción. Se volvió a parar y nuevamente con el segundo rejón espabiló. Con estas premisas Guillermo apostó de nuevo por BERLIN y acertó porque el caballo se echó la faena a los lomos y comenzó a hacer embestir al toro. Las embestidas bruscas, BERLIN las iba convirtiendo en suavidad, en toreo, en hermosinas y aunque al toro le faltaba continuidad, el caballo no le dejaba despegarse. Si se refugiaba en tablas, el propio BERLIN tiraba de él para ponerlo en suerte y continuar lidiándolo. Cuando terminó BERLIN su labor, Guillermo entró con ECUADOR, una apuesta arriesgada porque el tordo necesita que el toro se le venga y se le vino, porque ECUADOR llegó en los quiebros hasta el mismo hocico del estado y lo quebró en milímetros para dejar la banderilla arriba. Un éxito que había que certificar con una nueva exhibición del caballo con más clase que pisa los ruedos en el último tercio. ESENCIAL se asomó al balcón de los pitones en rosas y sobre todo en un gran par a dos manos que puso la plaza patas arriba, aunque lo mejor estaba por llegar: un rejón de muerte perfecto de ejecución y colocación hizo al toro rodar sin puntilla a los pies del jinete y que los pañuelos aparecieran en mayoría. Dos orejas y puerta grande, la puerta más cara del toreo mundial.