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TARDE DE TRES OREJAS

Cincuenta edición de esta popular corrida del Rejón de Oro la que se celebraba en esta ocasión en la finca Pau Ricard de Mejanes, en el entorno natural de la camarga francesa, entre arrozales y marismas y en un día en el que el caballo es protagonista en sus muchas variedades, teniendo como colofón esta corrida de Rejones denominada Rejón D’or.

Empezó su presentación Guillermo ante un toro con mucho cuajo, complicado en la reunión, siempre por delante y muy agarrado al piso. Desde la salida de REGALIZ el toro dejó claras sus intenciones de colaborar muy poco o nada con el caballo. Siempre era el montado el que llegaba a sus terrenos y ante su desidia dejaba los rejones de castigo, lo provocaba con la bandera para arrancar mínimas embestidas y aguantaba sus derrotes arriba. La única carrera que dio el toro en este tercio fue tras el segundo rejón de castigo que tras la bandera dio una vuelta al ruedo. Ante semejante materia prima Guillermo efectuó un tercio de banderillas que fue un monólogo con EXTRAÑO. El caballo tras unos primeros contactos para medir la embestida del toro, se fue viniendo arriba y cuajó cuatro banderillas de menos a más, sabiendo que el toro no le iba a ayudar en absoluto y que además le iba a complicar la salida de la suerte. Cambiando el pitón a la hora de la suerte, el caballo fue mejorando y venciendo esas dificultades del toro para terminar cuajando un gran tercio, como decimos, con banderillas de mucho mérito, siempre llegando a los terrenos del toro y saliendo de la suerte con mucha limpieza. Algún pasaje de toreo en redondo y cortos galopes de costado, fue un pobre bagaje para la actitud del astado que no ponía mucho de su parte, siempre agarrado al piso y esperando al caballo. Continuo esa nula colaboración en la actuación de JUSTICIERO y aquí aprovechando el arrimón del caballo, Guillermo pudo colocar en buen sitio las cortas y posteriormente realizar una suerte del teléfono muy celebrada. Estuvo certero con el rejón de muerte y las dos orejas cayeron en sus manos después de un descomunal esfuerzo en la lidia de este astado.

El que cerró plaza tuvo más calidad y realizó un bravo tercio de salida, donde JIBARO estuvo a un buen nivel y pudo lucir galopando con el toro embebido en su cola y a ratos en la bandera. Toreó simulando con el pecho y la bandera y lo dejó, parecía, que medido para banderillas. Todo el mundo nos las prometíamos felices para este tercio y Guillermo apareció con su gran baza: BERLIN. Pero las tornas cambiaron y BERLIN encontró un toro agarrado al piso, con muy poca emotividad y ante el que solo la suerte de banderillas dejó momentos brillantes. Imposibles las hermosinas, los galopes de costado y por su puesto los trincherazos. Como luego sucedería en el cierre de tercio con DISPARATE, todo se limitó al momento de la reunión, donde el toro no era tan áspero como el primero de la lidia. Dos rosas montando a JUSTICIERO, antes de dejar un par a dos manos y descolgarse en la suerte del teléfono. Volvió a cerrar con un certero rejón de muerte y obtuvo una nueva oreja.