CONFIRMÓ EXPECTATIVAS
Guillermo confirmó en Lisboa su alternativa y las expectativas teniendo una enorme y vibrante actuación en su debut.
Hace apenas un mes, Guillermo se presentaba en Portugal, concretamente en la plaza de toros de Evora. En esta calurosa noche, el joven de los Hermoso de Mendoza confirmaba su alternativa en el mayor santuario del toreo a caballo: Campo Pequeno.
La noche comenzó con la ceremonia de confirmación de alternativa, que Antonio Ribeiro Telles, el más antiguo del cartel, cedió los trastos a Pablo Hermoso de Mendoza, para que fuese él quien confirmase la alternativa a su hijo.
Comenzó así la historia de Guillermo con Campo Pequeno, que todos esperamos tenga la sincronización y la largura en el tiempo de la de su padre, quien observaba nervioso desde el callejón como su hijo abría plaza ante un astado de Pasanha, de buena presencia y que dio buen juego, aunque echamos en falta un poquito más de movilidad. Los primeros envites del toro, los frenó Guillermo montando a BARRABAS, tratando de encelar al toro en círculos, de los que el toro salía suelto hacia tablas. Insistieron varias veces hasta conseguir colocarlo en suerte y allí colocarle la primera farpa, muy buena de colocación, al igual que la segunda. Cambió de tercio y saltó a la arena con BRINDIS, para desplegar un repertorio de banderillas tocando al pitón contrario que fueron in crescendo de intensidad y de emoción para cerrar con dos banderillas de gran valor estético y torero. Una labor en la que BRINDIS tenía que tirar de un astado que daba los pasos justos y al que costaba sacarlo de su corta embestida. Aún así el caballo consiguió buenos momentos además de en banderillas, templando al toro en esos galopes cortos que permitía. Cerró actuación montando a INDICO y toreando en redondo, en los terrenos del toro, dando la cara siempre y dejando otras dos banderillas cuarteando en la reunión. Buena presentación de Guillermo Hermoso de Mendoza premiada con la primera vuelta al ruedo de la noche.
Y llegó el último, y Guillermo, ya despojado de la tensión inicial del escenario, se vino arriba y realizó la faena de la noche y dejó bien claras las credenciales que lleva para ser alguien en esto. Con a actitud guerrera, de un chaval de 20 años, pero sin olvidarse de templar, de torear de hacer las cosas como gustan aquí. Y la gente estuvo con él ya desde que paró con JIBARO al astado, despacio, metiéndolo en la muleta de la cola con toreo redondo y enseñando el camino hasta el entonces despistado toro. Cuando el toro ya estuvo suavizado, DISPARATE salió para hacerse dueño del coso y del escenario. El caballo transmitió su raza al jinete y ambos se cansaron de torear, de templar, de meter la cara entre los pitones del toro y de llevarlo pegado a la cola. Cuando el caballo realizó la hermosina, el público enloqueció y Guillermo continuó aprovechando lo que el toro tenía para dar. Hasta siete banderillas colocó Guillermo con DISPARATE, en lo que fue un disparate de actuación e incluso le pidieron una octava cuando se retiraba.