DERROCHE DE ESFUERZO
El arranque de la temporada mexicana de Guillermo estuvo marcado por el gran derroche de esfuerzo realizado por el joven jinete ante un lote de nulas condiciones.
Daba inicio la segunda temporada por México de Guillermo Hermoso de Mendoza dentro de la Feria de León y enmarcado en un cartel internacional con el francés Sebastián Castella y el mexicano Joselito Adame. Un debut que dejó patente la buena preparación del jinete y la perfecta sintonía con los caballos utilizados, pero que en esta noche guanajuatense, se estrellaron ante el pobre juego de los toros a los que enfrentaron.
Inició el festejo el rejoneador de Estella que enfrentó a un toro de Fernando de la Mora, muy abanto y gazapón de salida y al ante el que montó a JIBARO. El joven caballo estuvo solvente en las reuniones ante un toro que no se le venía y al que tenía que ir a buscar con el caballo. Tras clavar los rejones el toro mostraba más movilidad y eso permitió lucirse más a JIBARO toreando con a bandera. También BERLIN tuvo que poner todo de su parte para dar brillantez a un tercio en cuya primera parte el toro no ayudaba. Sería precisamente después del segundo embroque cuando el toro sacó la casta y buscó con codicia a BERLIN que dominó en una preciosa vuelta al ruedo galopando de costado y templando la embestida de Indiano. Antes de despedirse el caballo se luciría toreando con el pecho en dos reuniones al sesgo. Continuó Guillermo, y ahora haciendo debutar a GALLO II, un tordo de gran envergadura, nieto de GALLO, pero con el hierro de Arsenio Cordeiro y que mostró muy buenas condiciones a la hora de juntarse con el toro. Resolvió con solvencia en banderillas, saliendo muy torero de las suertes y rematando con piruetas en el centro del ruedo. ALBINO cerró la lidia con tres buenas banderillas cortas colocadas en el centro del ruedo y rematado todo con una rosa en todo lo alto. Con el toro más cerrado, Guillermo pinchó el primer intento, dejando un rejonazo cruzado casi entero al segundo viaje que fue definitivo para el astado.
El cuarto de la noche, fue otro toro cumplido pero todavía más complicado que el anterior. Nula colaboración desde el tercio inicial donde MANIZALES citaba y giraba una y otra vez alrededor del astado para dejar el rejón de castigo. El toro permanecía inmóvil, agarrado al suelo y apenas alguna carrera tras sentir el hierro en su lomo. Saltó a la arena DISPARATE con la ilusión de sacar algo de este pozo seco y el caballo se echó a sus lomos la faena y a base de atacar al toro en sus terrenos consiguió dar lucidez al tercio. Además tuvo que aguantar las embestidas violentas y a destiempo que el toro le propinó en los galopes de costado y que pusieron a prueba la capacidad del caballo para solventar situaciones complicadas. Con el toro estático en los medios, saltó a la arena GAIATO y este sí que no tuvo ni un momento de colaboración por parte del toro. Dos banderillas llegando a la cara pero como si se las clavara a un toro de cartón. La faena la levantó un eléctrico NEVADO que con dos cortas por los adentros y sobre todo con un par a dos manos muy bien reunido levantó al público e incluso la moral de Guillermo, que agarraría el rejón de muerte con confianza y recetó al astado un rejonazo en todo lo alto que le hizo rodar sin puntilla. Estocada que provocó derrame, lo que a un sector del público no gustó y cuyos pitos aplacaron a los pañuelos que ya comenzaban a asomar, dejando el resultado final en una ovación desde el tercio para Guillermo.