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MUCHO TOREO Y SIN TROFEOS

Saintes Marie de la Mer, en plena camarga francesa y bañada por las aguas del Mediterráneo es uno de los lugares vacacionales más concurridos de esta zona de Francia. Por lo menos así lo recordábamos en temporadas no muy lejanas, aunque en la actualidad la ciudad se notaba mucho más muerta en cuanto a afluencia de público por sus calles e incluso en sus playas. Eso también hizo mella en el tendido del coso que rozó los tres cuartos pero muy por debajo de las entradas que se realizaban hace unos cinco o diez años.

El primero de Guillermo también fue un novillo que fue de menos a más y luego a menos otra vez. Sin fijeza de salida, Guillermo lo enceló montando a JIBARO y lo fue metiendo, pero no sería hasta sentir el castigo cuando el astado se empleó alcanzando los mejores momentos del tercio. Se dejó ver JIBARO en el embroque y marcó en la reunión la sangre que lleva dentro. Con BRINDIS llegó la emoción de los embroques y la templanza en los galopes laterales, con los pitones en el estribo. Eran los momentos de mayor transmisión del astado y eso lo aprovechó BRINDIS para torearlo y templarlo. Se fue Guillermo por DISPARATE, pero cuando salió el toro estaba ya muy parado. Cambió el registro y en lugar de torearlo en largo, DISPARATE lo toreó en corto, dando el pecho y dando muletazos con la cola a modo de hermosinas de corto recorrido. Lució mucho y la gente así lo agradeció. El último tercio volvió a ser de gran intensidad con un PIRATA genial en toda su expresión. Comenzó con cortas, con banderillas a dos manos, dos desplantes en los que Guillermo pegaba su frente al testuz y con esa expresividad única en el caballo azteca. El triunfa estaba cantado pero en esta ocasión el rejón toco hueso en dos ocasiones y el descabello también se resistió por lo que todo quedó en palmas al retirarse al callejón y en un silencio posterior.

Tampoco pudo redondear su actuación en el sexto, un novillo con peso de toro y que no ayudó nada para el lucimiento del joven estellés. Todo, desde el principio montando a BARRABAS lo tuvo que hacer Guillermo. Echando el caballo encima del toro sacaba algo, pero más trabajo que lucimiento. Un novillo de eso que exige mucho y sin embargo no da nada. Todas las ganas en banderillas con DISPARATE e ICARO para sacar chispazos de lucimiento, pero siempre frustrados prematuramente por la sosería del utrero. Más intento con PIRATA, con pares a dos manos, con desplantes y a la sosería se sumaron dos pinchazos previos y cerraron así la ilusión de Guillermo de triunfar en su debut en Saintes Marie.