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GRAN TOREO SIN PREMIO

Guillermo se presentaba en La Malagueta y lo hizo con un extraordinario novillo de Fermín Bohórquez que permitió el máximo lucimiento del joven rejoneador navarro. Todo fue ligado y certero desde el inicio de un NAPOLEON torero y valiente en los embroques, que fueron varios aunque solo uno con rejón. Toreando de frente con la bandera y de plaza a plaza, el dúo jinete caballo fue dejando sus credenciales desde el inicio. A pesar del motor que tenía el astado, Guillermo lo dejó crudito con un solo rejón de castigo y eso dio vistosidad a un tercio de banderillas iniciado sobre EXTRAÑO, que cuajó posiblemente su mejor actuación de la temporada. Templando a un galope suave y llevando al toro galopando de costado, aguantaba la fuerte embestida de un toro que no se entregaba, y ante el cual, el equino media perfectamente los terrenos. Limpio y valiente en banderillas llegaba hasta los belfos de un toro que venía galopando y alegre en su embestida. Todavía subió la faena de decibelios con un crecido ICARO que recuperó su imagen de antaño con un toreo largo, sobre sus pasos, llevando al toro metido en terrenos imposibles y recreándose en todas las suertes. Se le veía disfrutar al caballo con la embestida del toro y a la gente con el devenir de ambos. Cierre sobre PIRATA con dos buenas cortas y un par a dos manos por los adentros aprovechando ya los terrenos del toro, que ya buscaba tablas y acusaba el esfuerzo. Faena como hemos dicho de triunfo que volvió a malograr con una espada y un descabello que le ha vuelto la cara al joven estellés en estos días. Al final reconocimiento del público malacitano que a pesar del desacierto con el rejón y descabello, le reconoció el esfuerzo y le hizo saludar una fuerte ovación.

Y como sucedió el día anterior en Bilbao, el cierre supuso la faena más seria y cuajada de la tarde y permitió volver a comprobar que Guillermo no es ave de paso, que ha venido para quedarse y que puede poner a cavilar a mucha gente. Sin estridencias, sin caballazos, sin un solo alarde a la galería, solo toreando, se puede ganar a la gente y llegar a un tendido que estuvo entregado incluso cuando los golpes de descabello iban cayendo y cerrando la posibilidad de un triunfo que se había ganado sobre todo con un recital en banderillas montando a un desatado DISPARATE. No escatimó esfuerzos el equino y cumplió perfectamente el requerimiento del jinete, que le exigió hasta cuatro banderillas, todas reunidas, variadas, destacando la cuarte de ellas de poder a poder, dejándose arrancar al toro y clavando en los medios después de atacar desde tablas. Todo fue sentido, con mucho valor ante un novillo que perdía un tanto la vista y con el que había que estar muy encima para que te viera. Así lo entendió Guillermo y se lo transmitió perfectamente al caballo. No resultaba fácil el novillo, pero el poder lidiador de DISPARATE daba valor a los galopes de costado aguantando los derrotes, a las hermosinas cambiando las manos del astado en cada tranco o las piruetas a la salida de los pases toreando con el pecho. Una faena de puerta grande que había comenzado muy bien también lidiando BARRABAS, sin estridencias y dejando al toro crudo para que llegase a banderillas y diera lucimiento, como pasó en el cierre con PIRATA, ahora más redondo con las banderillas cortas y compenetrándose más con su jinete en el par a dos manos, que sí quedó en lo alto. Incluso con el rejón de muerte, reunieron perfectamente y Guillermo lo dejó hasta la bola. Parecía que el novillo iba a doblar y de hecho estaba herido de muerte, pero se amorcilló y la tardanza en echarse hizo que Guillermo agarrase el descabello y volviera a certificar la mala racha que le acompaña en estas últimas corridas. Una lástima que dos plazas de primera no hayan abierto sus puertas por el uso del descabello, pero una enorme satisfacción que dos escenarios de la envergadura de Bilbao y Málaga hayan visto la enorme proyección de un torero a caballo que ha venido para quedarse.